17 julio 2012

Arenales de Libia y quisicosas

Seguimos con Mayans, ahora sobre la alegoría. Como podéis ver da gusto leerle, es ameno, finísimo, las citas son gloriosas y es un pozo de sabiduría y de curiosidades:

"Esta continuación de metáforas se llama alegoría, de que ai grande abundancia en los refranes: Quien siembra virtud, coge fama; Gloria vana florece i no grana. Pero para que aya alegoría, es menester que esta continuación de la significación se haga en el término metafórico, no en el propio. I assí no habló alegóricamente Saavedra quando dijo: «Son los labios ventanas del corazón, i en abriéndolos se descubre lo que ai en él». Pero huviera hablado alegóricamente si huviesse dicho i en abriéndolas. Él mismo formó una alegoría mui ingeniosa quando, hablando de los thesoreros, contadores i recetores, dijo dellos: «Son arenales de Libia, donde se secan i consumen los arroyos de las rentas reales que passan por ellos» (...)

Siguió mui bien la alegoría Lope de Vega en este soneto:
Rota barquilla mía que arrojada
De tanta embidia i amistad fingida,
De mi paciencia por el mar regida
Con remos de mi pluma i de mi espada,
Una sin corte, i otra mal cortada;
Conservaste las fuerzas de la vida,
Entre los puertos del favor rompida
I entre las esperanzas quebrantada  (...)
Ya para lo que queda, pues es poco,
Ni temas a la mar, ni esperes puerto. (...)

 Si la alegoría es mui oscura passa a ser enigma, esto es, dicho oscuro i entricado, cuya naturaleza consiste en decir las cosas de manera que la espressión las haga parecer inconpossibles…como sucede en la siguiente enigma: "La madre puede nacer- De la hija ya difunta", que quiere decir que del agua se engendra la nieve i después de la nieve el agua. Vulgarmente, quando se hacen estas preguntas, suelen decir: ¿Qué es cosa i cosa?, de donde vino a la enigma el nombre de quisicosa...Esta enigma de Christóval Pérez de Herrera es mui intrincada, i dice assí:
¿Quién es aquel que nació,
Sin que naciesse su padre?
No tuvo madre su madre,
Ni de muger procedió.
Al fin aqueste murió;
I después que huvo espirado,
Fue en su madre sepultado,
A la qual virgen halló.
I se aclara deste modo: Abel nació antes que Adán su padre, pues Adán no nació, sino que Dios le crió, i formó del polvo de la tierra, ni Eva su madre la tuvo; porque también Dios la formó de la costilla de su marido. Abel fue muerto violentamente, de embidia que le tuvo su mal hermano Caín, i fue enterrado en su madre la tierra, a la qual halló virgen por no estar manchada, no aviendo sido sepultado antes otro alguno, i él fue quien la estrenó. I assí justamente llamamos madre a la tierra, pues de su polvo tuvimos principio i a ella iremos todos a parar. "

¿No es una preciosidad la definición de la alegoría, con ese "inconpossibles",  y  la "enigma mui intrincada" y la "quisicosa"?  Y qué tremendo el lacónico "él fue quien la estrenó". Y la plaga eterna de los thesoreros, contadores y recetores: arenales de Libia.  ¿Cómo no reconocerlos?

Gregorio Mayans i Siscar, Rhetorica. Libro III. Capítulo V. De los tropos.

16 julio 2012

El juicioso Quintiliano

De vez en cuando vuelvo a la Retórica de Mayans, aclara mucho las ideas y te encuentras ejemplos y comentarios sabrosísimos. Por ejemplo este, más que sabroso, de lo más llamativo:

 " Palabras poéticas no son todas aquellas de que usan los poetas, sino las que únicamente usan ellos i no otros. Pero, aunque en las obras de los poetas ai palabras de que deven abstenerse los prosistas, no por esso deve uno privarse de la leyenda dellos, porque ésta, según Theofrasto, filósofo eloqüentíssimo, fomenta la eloqüencia; i como dijo juiciosamente Quintiliano: De los poetas se toma en las cosas el espíritu, en las palabras la sublimidad, en los afectos el movimiento, en las personas la decencia o decoro. Fuera desto es lícito acotar testimonios de poetas, especialmente si la oración no fuesse sagrada o mui grave, i el testimonio fuere bien apropiado."

Ahí tenemos  al mismo poeta expulsado de la República platónica por falsario y corruptor, convertido en modelo de virtudes y en figura ejemplar. Yo no sé en qué poetas estaría pensando Mayans, que escribe la Retórica mediado el siglo XVIII y parece conocer al dedillo vida y obra de todos los que hubieran escrito un poema hasta la fecha. Quizá en Fray Luis de León o en Santa Teresa, a los que tanto admiraba, pero de ahí al genérico "de los poetas se toma" y a calificar de juiciosa la cita de Quintiliano...

Lo llamativo, de todos modos,  más que la enormemente variable cotización de los poetas,  lo más llamativo desde la perspectiva actual, es precisamente esa cotización. Lo que resulta verdaderamente llamativo es la relevancia concedida a los poetas, que se estimara en tanto su capacidad de influencia, y aquel antiguo prestigio, aunque fuera un prestigio a la inversa.

Gregorio Mayans y Siscar, Rhetorica. Libro III. Capítulo I. De las partes de la elocución.

13 julio 2012

¿Cómo no quererle?

Mirad y oíd esta gozada. Es Federico Gulda, con la gorrilla de rigor y con su broche elegante prendido en el jersey, tocando y dirigiendo con las cejas, con los hombros, con el rabillo del ojo y hasta con la lengua, el segundo movimiento-Romanza del Concierto nº20 para piano y orquesta de Mozart.

No os perdáis las sonrisas a la orquesta -y cómo en un momento (7:40) parece que les dice "sí, sí, ya sé que es una preciosidad,  pero no hace falta que os pongáis tan estupendos", ni las miradas de guasa ante la cámara, ni los bailecillos vieneses o el arranque del final casi por bulerías.

F.Gulda (Austria 1930-2000) tenía, y sigue teniendo, sus seguidores apasionados y sus detractores -entre ellos, los que consideran un defecto su mayor virtud, es decir los que no distinguen entre ligereza y ligereza, la de la superficialidad y la que sólo alcanzan los mejores-, pero dudo que nadie pudiera no quererle.

En fin, que no es posible oírle y mirarle, con esa cara de gamberro bondadoso y feliz, y no contagiarse de felicidad un rato. Ahí os lo dejo. Para que os contagiéis, que buena falta hace, y porque hoy es San Enrique y hay que celebrarlo.
 
 

[PS: perdón por los leísmos, que la entrada va bien servida. Pero he intentado corregirlos: 'quererlo', 'oírlo', 'mirarlo'... y no puedo, me suena fatal, como si le hiciera de menos (que también tendría que ser 'lo hiciera de menos'). Estoy echada a perder ]