02 mayo 2012

Oído en la calle

Los días de diario se planta a la entrada del mercado, y los festivos, cuando el mercado cierra, se traslada a la puerta del Vips. Anda por la treintena, se llama Joselu, tiene pinta de haber perdido el hígado y la diretta via hace demasiados años, y es saludador, abre-puertas, lleva-bolsas y pegalahebra. Su especialidad son las señoras entradas en años, las que pueden imaginar en él a un hijo o a un nieto. Él comenta el tiempo o lo que haga falta y se deja reñir, y ellas le dan un eurito, pero no para vino, sólo para que te tomes un café que hoy hace frío.
Esta tarde le tocaba la acera del Vips y al pasar por allí, mientras él charlaba con la señora de turno, le oigo decir: "Es que las personas no están humanizadas".
Y no he podido evitarlo, me ha hecho gracia. Al principio me ha parecido que lo que quería decir, en variante más o menos etílica, es que las personas están deshumanizadas, y la forma de rizar el rizo me ha encantado: ya ni "personas humanas", que, siempre que no se diga por distinguirlas de las tres Personas divinas, también tiene lo suyo, sino "personas humanizadas". Qué cosas, qué simpático el Joselu, como si pudiera haber personas "no humanizadas"...
Después me lo quedé pensando.  Ya no me hizo tanta gracia.
No es lo mismo, no, dejar de ser que no llegar a ser. Lo dijo con toda propiedad,  nos tiene bien calados.

2 comentarios:

Fernando dijo...

No sé si estaría bebido, CB, pero me parece una definición perfecta del hombre actual, sobre todo del hombre urbano.

Cristina Brackelmanns dijo...

Qué curioso, Fernando, cada vez que vengo me entretengo un poco moviendo palabras y comas, y cuando iba a añadir "bebido o no bebido, se expresaba..." me he encontrado tu comentario.
Yo tampoco sé si estaba bebido, nadie lo sabe, él tiene su estado peculiar, pero es verdad que es muy inteligente y que tiene un observatorio estupendo (dicen que iba para ingeniero, y cuando le preguntan qué ingeniería estudiaba, se ríe y contesta que ingeniero de aceras, que si no se nota).
Yo pensé en algo más general, como en que es difícil llegar a ser hombre, que no nos viene dado. Pero tienes razón, puede que hoy, y en las grandes ciudades, nos sea más difícil todavía.
Ya he visto que tú al menos tuviste la suerte de escapar unos días, espero que los hayas disfrutado de lo lindo.