14 septiembre 2017

Orgullosos de la celda grande. Simone Weil


"Un idiota de pueblo, en el sentido literal de la palabra, que ame realmente la verdad, aun cuando tan solo emitiera balbuceos, está infinitamente  más próximo a Platón de lo que Aristóteles lo haya estado nunca. Es un genio, mientras que a Aristóteles le conviene sólo la palabra talento. (...) Pero de todo eso no sabe nada, nadie se lo ha dicho, todo el mundo le dice lo contrario. Hay que decírselo. Hay que alentar a los idiotas, a la gente sin talento, a la gente de talento mediocre o apenas superior a la media y que son genios. No hay que temer que se vuelvan orgullosos. El amor a la verdad siempre está acompañado de humildad. El genio real no es mas que la virtud sobrenatural de la humildad en el dominio del pensamiento.

En lugar de alentar el florecimiento de talentos, como se proponía en 1789, hay que tener cariño y ser cálidos hacia el crecimiento del genio, con ternura y con respeto, ya que únicamente los héroes realmente puros, los santos y los genios pueden socorrer a los desgraciados. Entre ambos, la gente de talento, de inteligencia, de energía, de carácter, de fuerte personalidad hacen pantalla e impiden la ayuda. No hay que hacer ningún mal a la pantalla, pero suavemente hay que echarla a un lado, intentando que se dé cuenta lo menos posible. Y hay que romper la pantalla mucho más peligrosa de lo colectivo, suprimiendo toda la parte de nuestras instituciones en la que habita una forma cualquiera del espíritu de partido. Ni las personalidades ni los partidos conceden jamás audiencia a la verdad ni a la desgracia, Hay alianza natural entre la verdad y la desgracia porque una y otra son suplicantes mudos, eternamente condenados a permanecer sin voz ante nosotros.

Cualquier espíritu encerrado en el lenguaje es sólo capaz de opiniones. La facultad natural llamada inteligencia tiene que ver con las opiniones y con el lenguaje. (...) Incluso en el mejor de los casos, un espíritu encerrado en el lenguaje está en prisión. Su límite es la cantidad de relaciones que las palabras pueden hacer presentes a su espíritu al mismo tiempo. (...) De esta manera el espíritu se mueve en un espacio cerrado de verdad parcial, que por otra parte puede ser más o menos grande, sin siquiera poder jamás lanzar una mirada sobre lo que está fuera.

Si un espíritu cautivo ignora su propio cautiverio vive en el error. Si lo ha reconocido, aunque sea por una décima de segundo, y se ha apresurado a olvidarlo, vive en la mentira. Hombres de inteligencia extremadamente brillante pueden nacer, vivir y morir en el error y la mentira. En estos la inteligencia no es un bien, ni siquiera una ventaja. La diferencia entre hombres más o menos inteligentes es como la diferencia entre criminales condenados a la cárcel de por vida, cuyas celdas fueran más o menos grandes. Un hombre inteligente y orgulloso de su inteligencia se parece a un condenado que se sintiera orgulloso de una celda grande.

No se entra en la verdad sin haber pasado antes por el propio anonadamiento, sin haber vivido mucho durante mucho tiempo en un estado de total y extrema humillación."

Simone Weil, Escritos de Londres y Últimas Cartas. Editorial Trotta, 2000


4 comentarios:

Fernando dijo...

Cara Cristina,
Que texto maravilhoso!
No momento estou lendo o "Intuiciones precristianas". Caso você tenha interesse, é possível "baixar" da internet os 4 volumes (em italiano) dos Quaderni. Grande abraço,
Fernando.

Cristina Brackelmanns dijo...

Querido Fernando
Qué alegría tener noticias suyas!
Leí hace un par de años las intuiciones precristianas. Es un libro difícil , pero la idea de fondo es deslumbrante. Tengo que volver a leerlo, ahora estoy releyendo mucho.
Le agradezco la información sobre los Cuadernos, en español por suerte también hay una página en la que pueden descargarse sus obras completas (ALEJANDRÍA DIGITAL)
Siempre acabamos volviendo a Simone Weil.
Espero que esté usted bien.
Un fuerte abrazo

Fernando dijo...

Cara Cristina,

Estou bem, graças a Deus.
Sempre voltamos a Simone Weil!
Você conhece as traduções da "Editorial Sudamericana"? Foram feitas por María Eugenia Valentíe e são um primor em todos os aspectos. Se encontrar algum exemplar com bom preço, pode comprar sem medo.
Grande abraço.

Cristina Brackelmanns dijo...

Le agradezco muchísimo la referencia a Mª Eugenia Valentié. No la conocía.
Por la enorme afinidad de Valentié con Weil deben de ser unas traducciones maravillosas. Creo que voy a seguir su consejo y encargar Las raíces del existir, traducido y prologado por ella.
He encontrado un artículo suyo en la red (Lo social y lo absoluto en el pensamiento de S.Weil). Es de lo mejor que he leído sobre Weil. Muchísimas gracias.